Mi experiencia con el reemplazo de hormonas

Hace apenas dos años escuchaba a las pacientes que visitaban la oficina de Biologiqué contarme sus síntomas al entrar en la menopausia.  Desde insomnio (una de las peores), pasando por falta de energía y enfoque hasta los sofocones y sudoraciones que daban la impresión de estar dentro de un sauna.  Y ni hablar de la libido.  Esa falta de deseo sexual afectaba no sólo a mis pacientes, sino a sus parejas que en muchas ocasiones las acompañaban a la clínica para asegurarse que el doctor entendía la urgencia de una solución al problema.

Debo confesar que yo ya venía experimentando algunos síntomas como fatiga (un cansancio extremo que te invade) y el “brain fog”. Esto último es cuando se dificulta la concentración,  se olvidan las cosas más elementales, sientes confusión mental y se pierde de vista lo esencial.  Yo también lo llamo falta de enfoque. En lo personal es de los peores síntomas que he experimentado.

Hoy con 47 años debo decir que este proceso es mucho más difícil de lo que jamás imaginé.  Entre el cansancio, los cambios de ánimo, la falta de enfoque y no dormir bien sientes que tu mundo está patas arriba, eso sin mencionar las situaciones de estrés que se suman en estos momentos de pandemia.  

Afortunadamente esto tiene remedio. Sí, me leyó bien. Y esa era una de las mayores satisfacciones en la oficina. Ver como las pacientes que llegaban sintiéndose tan mal lograban recuperar su bienestar y hasta se transformaban en ellas.  Digo en ellas porque volvían a ser quiénes realmente eran antes de sufrir los síntomas de la menopausia, aunque para mi eran mujeres totalmente nuevas. Llenas de vida y energía. Mujeres que se sentían seguras y en control.

¿El remedio? La terapia de reemplazo hormonal bioidéntica.  La misma es un proceso dónde se corrige el desbalance hormonal. El Dr. José Negrón lo llama llevar tus hormonas a un estado óptimo. Hay varias formas de llevarlo a cabo, entre ellas pellets, cremas, parchos o inyecciones. Por ejemplo, los pellets, que son del tamaño de un grano de arroz, se insertan en el área de la cadera. Estos van liberando ya sea testosterona o estradiol y el cuerpo lo absorbe por un periodo de 3 a 4 meses.  Es un proceso sumamente sencillo y rápido.  En ese periodo de tiempo comienzas a sentir una sensación de bienestar general y disminuyen o desaparecen los síntomas debido a la perimenopausia y menopausia.  Yo los uso y puedo decir que me encanta sentirme con esa energía que me da el que mis hormonas estén optimizadas.

Si te interesa saber si eres candidata para uno de estos tratamientos debes coordinar una evaluación donde deberás llevar unos análisis de sangre, mamografía y en algunos casos un sonograma endovaginal.  No hay que vivir sintiéndose mal.  Aunque la menopausia es un proceso natural se puede envejecer teniendo calidad de vida. Nada como la experiencia acumulada y la energía de nuestros mejores años para tener una vida óptima.

Redacción por Irmaris Rodríguez

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