
Con buen estado de salud y hábitos de alimentación y ejercicio adecuados, Verónica Carrión podría haberse sentido en su zona cómoda en cuanto a calidad de vida se refiere. Solo experimentaba algunos síntomas relacionados al comienzo de su cuarta década de vida, esos que en las mujeres se asumen con cierta resignación porque son “normales” a cierta edad, y lidiaba con algunas condiciones hereditarias.
Al menos, eso pensaba, hasta que observó cómo su esposo David Aguayo, un contador público autorizado igual que ella, en cuestión de meses experimentó cambios de salud positivos tras iniciarse en un tratamiento del que ella nunca había escuchado. Se trata de la terapia de reemplazo hormonal bioidéntica (TRHB), un procedimiento que permite al hombre y la mujer recuperar y mantener el balance hormonal, necesarios para prevenir condiciones relacionadas con la edad y para sentirse mejor en el día a día.
“Tu calidad de vida mejora y te sientes con más fuerza, más estamina y tu rendimiento es mayor. Ayuda a combatir el estrés y uno descansa mejor. En el cuerpo ves cambios notables. Siempre había hecho ejercicio, pero al añadir el tratamiento como complemento los beneficios fueron inmediatos”, explica Aguayo, de 42 años, acerca de los resultados del tratamiento de TRHB que comenzó hace un año y medio, a cargo del Dr. José Negrón Pérez, director de Bio-logiqué, clínica ubicada en Guaynabo. El médico indicó que, en el caso del hombre, sus niveles de testosterona se reducen a través de los años. Como resultado, enfrenta aumento de peso, reduce su masa muscular, experimenta y disminuyen su deseo sexual. Con el reemplazo hormonal, su cuerpo recupera su energía y claridad mental.
La experiencia de su esposo llevó a Carrión a someterse al tratamiento de pellets de hormonas naturales, al tiempo que mantuvo su régimen de ejercicios y alimentación. No solo vio en el tratamiento una oportunidad estética, sino un compromiso con su salud e incluso con su pareja. “Tus hormonas se balancean y las relaciones sexuales mejoran. Además, he notado que el mal humor y los cambios emocionales que solían darme durante el periodo menstrual han disminuido”, comenta Carrión.
Seguir al pie de la letra su tratamiento le ha permitido a esta madre de dos adolescentes, ver la mejoría a través de sus laboratorios ordenado por su médico. Mencionó, por ejemplo, la baja en sus niveles de colesterol y el control de su tiroide. En las mujeres, los niveles adecuados de estrógeno y testosterona, las dos hormonas femeninas más importantes, evitan situaciones tradicionalmente relacionadas con el envejecimiento, como la osteoporosis, condiciones cardiacas o depresión, pérdida de dientes, o enfermedades, como la diabetes o Alzheimer, señaló el Dr. Negrón Pérez. El galeno destacó que cada paciente tiene resultados distintos y que, por eso, previo a cualquier tratamiento, una entrevista personal y evaluación médica exhaustiva es fundamental.
“La realidad es que te sientes tan bien que no quieres dejar el tratamiento. Una vez lo conoces, no hay vuelta atrás”, aseveró Carrión.